Existere II

 

La marca de las sábanas en la piel, el vuelo de un dragón en mi vientre, la repetición de un idéntico contorno, escúchanos señor te rogamos, ¿el lunar elegido?, nada al azar y el dragón ¡taladrado! por mi padre, antes incluso de mi nacimiento, y por su padre recursivamente en mi vientre, el animal y el sueño elegidos por él, al levantarme rápido esta mañana para salir a la calle. Escúchanos señor te rogamos, se repite el eco de la petición de infancia cuando hace frío y la ciudad saturada y oscura comienza a funcionar porque es eficiente y rentable que así sea.
 

(Fragmento de la novela en proceso El Winner)